Sunday, October 30, 2016

Tengo que hospedarme: Jesús y Zaqueo (2016-10-30)

[__español – traducción__]
30 octubre 2016  -  31o domingo  (año  C)

• Sabiduría 11:22 – 12:2 • Salmo 144  • 2 Tesalonicenses 1:11-2:2
• Lucas 19:1-10 •           
Zaqueo  y Jesús
¨Zaqueo, date prisa y desciende, porque hoy debo quedarme en tu casa¨  (Lucas 19:5)

¨"Zaqueo, bájate pronto, porque hoy tengo que hospedarme en tu casa".¨(Lucas 19:5)

 [__01__]    Cuando yo era un graduado reciente de la universidad, una veintena de dos años de edad, quería salir de mi casa paternos, pero faltaba el dinero y los recursos para hacerlo. Mis padres no estaban, les aseguro, me maltratar, pero yo era el más antiguo y querían ir.
Llamé y hablé con dos amigos míos. Tenían su propio apartamento. Les pregunté si podía moverse en una durante un tiempo. Estaban dispuestos. Pagué un poco de alquiler hasta que encontré mi propio lugar para vivir.
¿Puedo quedarme contigo? ¨ no era sólo un indicio o sugerencia. Me estaba pidiendo y, debido a que no pagar que gran parte del alquiler, también estaba gorroneando (“freeloading”).
Debo permanecer con usted.
Tengo que estar contigo.
Afortunadamente, todo salió bien. Todavía hablamos el uno al otro.

[__02__]   ¨Hoy debo quedarme en tu casa¨  (Lucas 19:5)

"Hoy tengo que hospedarme en tu casa".¨(Lucas 19:5)

          Estas son las palabras de Jesús a su llegada a la ciudad natal de Zaqueo, en Jericó, en la estación de Jericho en el tránsito de línea de Jerusalén.
          Jesús y Zaqueo tienen algo en común. Ambos llevan el peso del pecado, aunque por diferentes razones. Ambos de ellos se enfrentan a una multitud enfurecida, aunque por diferentes razones. Y, dos de ellos están en problemas con esta multitud. Ambos de ellos sería, por así decirlo, arriban en un árbol.
          Usted estaba allí cuando lo clavaron en el árbol?
   
[__03__]    ¨ Hoy debo permanecer con usted.¨
           Estas son las palabras de Jesús al llegar a Jericó, en la estación de Jericho en el tránsito de línea de Jerusalén.
Jesús es nuevo en la ciudad y, como de costumbre, como leemos en el Evangelio, ¨ Las zorras tienen sus guaridas, y los pájaros del cielo sus nidos, pero el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza. ¨ (Lucas 9:58).

[__04__]    Hoy debo permanecer con usted.
          Si un amigo o miembro de la familia viniera a usted en necesidad, en necesidad, ¿qué te dice o me dice.
Podrían llegar de repente  -- a corto plazo --- y decir, hoy tengo que permanecer con usted.

          En muchas, muchas situaciones - por supuesto que puede haber excepciones - Diremos que sí. Por favor, pase. Entonces, comenzamos a preguntarnos, ¿cuánto tiempo se esta persona va a estar en mi casa o apartamento?
          Él debe quedarse conmigo?
Indiferente que tiene a donde ir?
Y, por cierto, esto es sólo por hoy?          ¿Por cuánto tiempo permanecerá este invitado?
          ¿Nos regocijamos, celebrar, a la llegada de un invitado inesperado o imprevisto?
¿Nos regocijamos por la llegada de alguien que no esperábamos para el desayuno, el almuerzo y la cena?

[__05__]   Hoy debo permanecer con usted.
          Esto podría ser un desafío.   Podríamos resistir.

          Esto no es absolutamente claro en el Evangelio. Es decir, ¿Zaqueo esperar que Jesús se movería de repente, de inmediato?
          Todo lo que sabemos es que Zaqueo había subido a un árbol con el fin de obtener una mejor vista.
Zaqueo quería ver a nuestro Salvador.
          Entonces, Jesús toma el siguiente paso e invita a sí mismo una y en la casa de Zaqueo.
          ¨Zaqueo, date prisa y desciende, porque hoy debo quedarme en tu casa¨  (Lucas 19:5)

          "Zaqueo, bájate pronto, porque hoy tengo que hospedarme en tu casa".¨(Lucas 19:5)



[__06__]   Hoy debo permanecer con usted.

'Tengo que permancer'  significa, a usted ya mí, una invitación a la simplicidad y la estabilidad.
          Vemos a Jesús dio la bienvenida, a veces, de manera espectacular y en lugares públicos.    Entrando en Jerusalén, Jesús se da la bienvenida con el canto de Hosanna. Nacido en Belén, los ángeles cantan Gloria a Dios en las alturas. Sin embargo, estas bienvenidas tienen el propósito de dar lugar a un encuentro personal y privado.


Bienvenida a nuestro Salvador, estamos llamados a vivir con él en la sencillez y le ofrecen estabilidad como nos gustaría ofrecer a un amigo.
          Estamos llamados a hacer, para buscar, encontrar, los cinco minutos o veinte minutos de tiempo de la oración para que podamos recibirle.
          También estamos llamados a reconocer que cada momento es una oración y la oportunidad lo encuentran entre nosotros.
          Él debe quedarse, él no va a ninguna parte.

[__07__'Tengo que permancer'  significa, a usted ya mí, una invitación a a la renovación, a la renovación, y al examen.
          Zaqueo sabe que su su casa no está en orden. Y, esto no es debido a que su techo tiene goteras o que le debe impuestos. Zaqueo es un individuo rico y él es el recaudador de impuestos. Él es el equivalente local del IRS. Nadie va a venir después de él por parte del gobierno. Él es, para usar una frase de nuestros días, un candidato ESTABLECIMIENTO.
          Sin embargo, su casa está fuera de servicio debido a que sus relaciones están fuera de servicio.
Él será examinado y un tipo diferente de auditoría.
Y, esta renovación o limpieza comienza con una declaración pública, un acto de arrepentimiento y contrición, por parte de Zaqueo, …. ¨ voy a dar a los pobres la mitad de mis bienes, y si he defraudado a alguien, le restituiré cuatro veces más.¨ (Lucas 19: 8)

[__08__]    Zaqueo hace que este acto público de arrepentimiento. Después de todo, todo el mundo lo está mirando. Ellos conocen su reputación como una ganancia de decisiones - y deshonesto - recaudador de impuestos.
Ellos podrían preguntarse, ¿es este el arrepentimiento aquí para quedarse?
Es Jesús llegó para quedarse?
Porque si Jesús está realmente aquí para quedarse, a continuación, Zaqueo y usted y yo somos llamados no sólo a reparar - o correcciones - para que otros puedan ver y calcular. Estamos llamados no sólo a hacer restitución por los pecados que disminuyen nuestra reputación o posición.

[__09__]    ¨Hoy debo quedarme en tu casa¨  (Lucas 19:5)

"Hoy tengo que hospedarme en tu casa".¨(Lucas 19:5)

          Por lo tanto, él no quiere que nos dejara solos, sino para ayudar a crecer en santidad cada día.
Él viene a nosotros como un amigo, sino también como un amigo que va a perturbar nuestra rutina regular y nuestros caminos.
Él viene a invitarnos a la simplicidad y la intimidad con él.
Llega por lo que la salvación vendrá a su casa y de nuestra casa, actualmente … hoy.    [__fin__]  

I Must Stay: Jesus & Zacchaeus (2016-10-30)

2016 Oct . 30  /   31st Sunday (year C)
Sabiduría 11:22 – 12:2 Psalm 144   2 Tesalonicenses 1:11-2:2Lucas 19:1-10 •           

[__01__]    When I was a recent college graduate, about twenty two years old, I wanted to move out of my parents´ house but lacked the money and resources to do so.    My parents were not, I assure you, mistreating me, but I was the oldest and wanted to go.
          I called and spoke with two friends of mine. They had their own apartment.  I asked them if I could move in a for a while. They were willing. I paid some rent until I found my own place to live.
          ¨Can I stay with you?¨ was not just a hint or suggestion. I was begging and, because I did not pay that much of the rent, I was also freeloading.
          I must stay with you.
          I have to stay with you.
          Fortunately, it worked out well. We still speak to each other.

[__02__]      ¨Today I must stay.¨  (Luke 19:5) These are the words of Jesus upon his arrival at the hometown of Zacchaeus, at Jericho, at Jericho station on the Jerusalem-transit-line.
          Jesus and Zacchaeus have something in common. Both of them bear the weight of sinfulness, though for different reasons. Both of them are facing an angry crowd, though for different reasons.  And, both of them are in trouble with this crowd. Both of them would be, so to say, up a tree.
          Were you there when they nailed him to the tree?

[__03__]     ¨  Today I must stay with you.¨ These are the words of Jesus  upon arriving at Jericho, at Jericho station on the Jerusalem-transit-line.
          Jesus is new in town and, as usual, as we read in the Gospel, foxes have dens, the birds of the sky have nests, but the Son of Man has nowhere to lay his head. (Luke 9:58).

 [__04__]   ¨Today I must stay with you.¨
          If a friend or family member were to come to you in need, in necessity, what would you say or I say.
          They might arrive on short notice and say, ¨Today I must stay with you.¨
          In many, many situations – of course there may be exceptions – we will say YES. Please come in. Then, we start to wonder, how long is this person going to be in my house or apartment?
          He must stay with me?
          Doesn´t he have anywhere else to go?
          And, by the way, is this just for TODAY _ How long will this continue_
          Do we rejoice, celebrate, at the arrival of such an unexpected or unanticipated guest?
          Do we rejoice at the arrival of someone whom we did not expect for breakfast, lunch and dinner?
         
[__05__]    ¨Today I must stay with you.¨
          This could be a challenge. We might resist.
          This is not absolutely crystal clear in the Gospel.  That is, did Zacchaeus expect that Jesus would move in all of sudden, immediately?
          All we know is that Zacchaeus had climbed a tree in order to gain a better view.
          Zacchaeus wanted to see our Savior.
          Then, Jesus takes the next step and invites himself over and into the home of Zacchaeus.
          ¨Zacchaeus come down quickly, for today I must stay at your house.¨ (Luke 19:5)

[__06__]   ¨Today I must stay.¨
         
          ´I must stay´ means, to you and me, an invitation to simplicity and stability.
          We see Jesus welcomed, at times, in spectacular ways and in public venues. Entering Jerusalem, Jesus is welcomed with the singing of Hosanna. Born at Bethlehem, the angels sing Glory to God in the Highest.  However, these welcomes are meant to lead us to a personal and private encounter as well.
          Welcoming our Savior, we are called to live with him in simplicity and to offer him stability as we would offer it to a friend.
          We are called to make, to seek, to find, the five minutes or twenty minutes of prayer time so that we can welcome him.
          We are also called to recognize that every moment is a prayer and opportunity find him among us.
          He must stay, he is not going anywhere.

[__07__]    ´Today I must stay´ means, to you and me, an invitation to renovation, to renewal, and examination.
          Zacchaeus knows that his his house is not in order. And, this is not because his roof is leaking or he owes taxes. Zacchaeus is a wealthy individual and he is the tax collector. He is the local equivalent of the IRS. No one is coming after him from the government. He is, to use a phrase of our day, an ESTABLISHMENT candidate.
          Nevertheless, his house is out of order because his relationships are out of order.
          He will be examined and a different type of audit.
          And, this renovation or cleaning begins with a public statement, an act of repentance and contrition, on the part of Zacchaeus, ¨If I have cheated anyone, behold have of my possessions, I give to the poor, and I have extorted anything from anyone, I shall repay it four times over.¨  (Luke 19:8)

[__08__]    Zacchaeus makes this public act of repentance. After all, everyone is watching him. They know his reputation as a profit-making – and dishonest – tax collector.
          They might wonder, is this repentance here to stay?
          Is Jesus here to stay?
          For if Jesus is really here to stay, then Zacchaeus and you and I are called not only to make reparation – or fixes – for others to see and calculate. We are called not only to make restitution for the sins that diminish our reputation or position.
         
 [__09__]      Jesus says, ¨¨Today I must stay.¨
          Therefore, he does not want to leave us alone, but to help us to grow in holiness each day.
          He comes to us as a friend, but also as a friend who will disrupt our regular routine and our ways.
          He comes to invite us to simplicity and intimacy with him.
          He arrives so that salvation will come to your house and to our house, today.    [__fin__

Sunday, October 23, 2016

Pasando por (2016-10-23)

30o domingo  (año  C)

• Eclesiástico 35, 12-17. 20-22 • Salmo 33(34) • 2 Timoteo  4:6-6, 16-18  • Lucas 18:9-14  •

 [__01__]    Lo que observamos en este Evangelio son dos personas que están de paso - que van o que viajan a través de - la zona del templo en Jerusalén.
          Cuando estamos pasando por un lugar nuevo, una nueva ciudad, un nuevo país, podemos sentir, a veces, excitado, estimulado, animado, entusiasta. Además, es posible que se sienta abrumado. Puede movernos - o tentados - compararnos con los demás o con nuestro entorno. ¿Cómo comparo a las personas que me rodean? Son mi entorno adecuado - o derecha - para mí?


[__02__]     Puedo recordar con cierta viveza primera vez - como un niño - que estaba en una calle de la ciudad de Nueva York. Yo estaba en el centro en la presencia de muchas personas, una multitud más grande que jamás había visto antes. Y, yo estaba en el centro, en presencia de edificios de oficinas - estructuras de varios pisos - que me abrumaban.

          No hay montaña que he visto como un adulto me tomó por sorpresa más que el Empire State Building o otros rascacielos visto como un niño. Estaba comparando con su tamaño.


 [__03__]  El ir a un nuevo lugar, de paso, podemos estar contentos, movido, animada, cambiamos.
También podemos sentir incómoda a la vista de - oa través del encuentro con - los que nos rodean. Podemos tener la tentación de comparar con otros.

          Sin embargo, no es cierto que los encuentros con extraordinaria altura nos anima a crecer más alto y pensar más allá de nuestros propios límites?
          Nuestros encuentros con una persona que es diferente anima a considerar nuestra propia identidad, en lugar de limitarse a compararme con él o con ella.

[__04__]    Y, también podríamos decir que nuestro viaje a la santidad, a la salvación espiritual no es simplemente un encuentro con el familiar.

[__05__]   A veces, los dones del Espíritu Santo son entregados por métodos inhabituales y medios.
Nuestro camino a la santidad es un encuentro y entendimiento de lo que es incómodo, lo que es difícil, y también lo que es pecaminoso, rota, y lo que es familiar.

Lo crea o no, esta es la Buena Nueva del Evangelio.
Esta es la buena nueva para el recaudador de impuestos (el publicano) de la parábola.
El recaudador de impuestos (el publicano) está dispuesto y es capaz de considerar su propio pecado ante Dios. Sin embargo, lo hace como un individuo sin comparación con cualquier otra persona.
El fariseo es diferente.
El fariseo se refiere a una comparación con la media ponderada de su propia conducta y la cartera de talentos. También está muy preocupada con el cobrador de impuestos y la historia del cobrador de impuestos, la formación y comportamiento.


[__06__]  No estoy diciendo que no hay que tratar de aprender sobre nuestro saber los que nos rodean. Sin embargo, estoy sugiriendo que podemos usar este conocimiento como razones para la compasión y el perdón en lugar de para la alienación.

Como leemos en la carta de Pablo a los Efesios: "Sed, por el contrario, benévelos unos con otros, compasivos, perdonándos mutuamente como Dios os perdonó en Cristo." (Efesios 4:32)


[__07__]  Cardenal John Henry Newman escribe que lo que es cierto para la Iglesia en su conjunto también es cierto para cada uno de nosotros.
Es decir, que hemos podido encontrar diversas imperfecciones en la Iglesia, la Iglesia Católica, los pecados de los católicos, los pecados de los sacerdotes, mi propio pecado, el quebrantamiento. Nosotros no ponemos esto en el boletín, pero está ahí.

Podríamos pasar nuestro tiempo comparando nuestra virtud o nuestros vicios o pecados a los de los demás.

El punto de Cardenal Newman es que la Iglesia obtiene su santidad - como institución a través de y debido a una continua lucha con el pecado.
Y, estamos llamados a hacer esto uno-a-uno con Jesús como nuestro Salvador personal, más que en una comparación zona de defensa del yo con los otros.


[__08__]    Alcanzamos la santidad también a causa de nuestra lucha con el pecado, con orgullo, el egoísmo, la envidia.
Esta lucha es lo que llamamos - en un sentido sacramental formal, - el examen de conciencia. Este es un viaje, un camino hacia la santidad y humildad.

[__09__]    La buena noticia es que nuestro viaje continúa.
La preparación para el sacramento de la penitencia y de la reconciliación, por ejemplo, nos damos cuenta de que estamos en el camino hacia la tierra prometida de Dios.
Sin embargo, como Newman también escribe, dejamos el país y la región de nuestro pecado mediante el paso a través de él, que es confrontada, cara a cara, en el movimiento.
[__10__]    El fariseo se equivoca y estacionaria. Cree que puede permanecer en un lugar por siempre en paz y lo hace simplemente mirando por la ventana de lado a lado a los demás.
          Esta no es la salvación.
          El publicano, en cambio, entiende mejor que su salvación es una lucha por la paz. Él está mirando de frente, moviéndose hacia adelante.
          Al igual que en las palabras de St. Paul a Timoteo en la segunda lectura, el recaudador de impuestos será terminar la carrera [__fin__


Just Passing Through (2016-10-23)

2016 Oct . 23 /  30th Sunday (year C)
Sirach 35:12-14, 16-18 • Psalm 34    • 2 Timothy 4:6-8, 16-18 • Luke 18:9-14•            

[__01__]   Just passing through.
What we observe in this Gospel are two individuals who are passing through – going or travelling through – the temple area in Jerusalem.
          When we are passing through a new place, a new city, a new country, we may feel, at times, excited, stimulated, animated, enthusiastic.  Also, we may feel overwhelmed. We may be moved – or tempted – to compare ourselves to others or to our surroundings.  How do I compare to the people around me?  Are my surroundings suitable – or right – for me?
[__02__]     I can recall with some vividness the first time – as a child – that I was on a city street in New York City. I was downtown in the presence of many people, a larger crowd than I had ever seen before. And, I was downtown, in the presence of office buildings – multi-story structures – that overwhelmed me.
          No mountain I have seen as an adult took me more by surprise than the Empire State Building or other skyscrapers seen as a child. I was comparing myself to their size.

[__03__]    Going to a new place, passing through, we may be excited, moved, animated, changed.
          We may also feel uncomfortable at the sight of – or through the encounter with – those around us. We may be tempted to compare ourselves with others.
          But, isn’t it true that encounters with extraordinary height encourages us to grow taller and to think beyond our own limits?
          Our encounters with a person who is different encourages to consider our own identity, rather than simply to compare myself to him or to her.

 [__04__]    And, we could also say that our journey to holiness, to spiritual salvation is not simply an encounter with the familiar.

[__05__]          Sometimes, the gifts of the Holy Spirit are delivered by unfamiliar methods and means.
          Our path to holiness is an encounter and understanding of what is uncomfortable, what is difficult, and also what is sinful, broken, and what is unfamiliar.
          Believe it or not, this is the Good News.
          This is the Good News for the tax collector (the publican) of the parable.
          The tax collector (the publican) is willing and able to consider his own sinfulness before God. However, he does so as an individual without comparison to anyone else.
          The Pharisee is different.
          The Pharisee is concerned with a comparison with the weighted average of his own behavior and portfolio of talents. He is also very concerned with the tax collector and tax collector’s history, background and behavior.
           


[__06__]   I am not saying that we should not try to learn about our know others around us. However, I am suggesting that we can use this knowledge as reasons for compassion and forgiveness rather than for alienation.

          As we read in Paul’s letter to the Ephesians:  “Be kind to one another, tenderhearted, forgiving one another, as God in Christ forgave you.”   (Ephesians 4:32)

[__07__]    Cardinal John Henry Newman writes that what is true for the Church as a whole is also true for each of us. [1]
          That is, we could find various imperfections in the Church, the Catholic Church, the sins of Catholics, the sins of priests, my own sinfulness, brokenness. We don’t put this in the bulletin, but it’s there.
          We could spend our time comparing our virtue or our vices or our sins to those of others.
          Newman’s point is that the Church attains her holiness – as institution through and because of a continual struggle with sinfulness.
          And, we are called to do this one-on-one with Jesus as our personal Savior, rather than in a zone-defense comparison of ourselves with others.
                   
[__08__]   We attain holiness also because of our struggle with sinfulness, with pride, with selfishness, with envy.
          This struggle is what we call – in a formal sacramental sense – our examination of conscience. This is a journey, a journey toward holiness and humility.

 [__09__]     The Good News is that our journey continues.
          Preparing for the sacrament of penance and reconciliation, for example, we realize that we are on the way to God’s Promised Land.
          However, as Newman also writes, we leave the country and region of our sinfulness by passing right through it, by confronting it, face to face, in movement.

[__10__]     The Pharisee is mistaken and stationary. He thinks he can stay in one place forever peacefully and does so simply by gazing out the window from side to side at others.
          This is not salvation.
          The tax collector, on other hand, understands better that his salvation is a struggle for peace. He is facing straight ahead, moving forward.
          As in the words of St. Paul to Timothy in the second reading, the tax collector will finish the race.  (2 Timothy 4:6-8, 16-18)[__fin__]




[1] John Henry Newman, Book V, Sermon 15, “Sins of Infirmity” Parochial & Plain Sermons, p. 1092.