3º domingo (Año A) 22 enero 2017
• Isaías 8:23-9:3
• Salmo 27 • 1 Corintios 1:10-13, 17 • Mateo 4:12-23 •
[__01_ ] [__02__] / [__03_ ] En el Evangelio
de este domingo, Jesús encuentra a algunos individuos que pueden atrapar. Está
caminando por el lago, el mar de Galilea y ve a los pescadores, Andrés, Pedro,
Santiago y Juan.
Y, les
está invitando a abandonar un ambiente o un campo e ir a un nuevo ambiente. Sin
embargo, no pasan del béisbol al fútbol.
Ellos
están, más bien, pasando de la PESCA a la EVANGELIZACIÓN , de
lanzar su red al mar para traer el pez ... a hablar y contar a otros la Buena
Nueva del Reino de Dios.
Y, como
dice Jesús, “Síganme y los haré pescadores de hombres.”
Jesús
quiere enseñar a sus discípulos cómo atrapar, cómo atrapar a los peces, cómo
atraer a otros discípulos.
[__04__] OMITIR
[__05_ ] Jesús creyó que
cada uno de sus discípulos podía conectarse, jalar a otros suavemente con
cierta técnica.
Y, él cree
que podemos conectar y hacer lo mismo, que podemos coger.
Es decir,
Jesús necesita que tú y yo y Pedro, Andrés, Santiago y Juan traigamos a otros a
sí mismo.
Sí, hará
milagros, curará a la gente, hará cosas espectaculares. Sin embargo, ¿qué pasa
con aquellos que no son testigos de los milagros espectaculares?
¿Qué pasa
con los que estaban de pie en la fila de atrás? ¿No es cierto que vamos a
aceptar el testimonio de personas en las que confiamos y en quienes creemos?
Jesús
necesita a sus discípulos - y todavía necesita que tú y yo hoy - para que otros
conozcan mejor a Dios.
Lo hacemos
tanto por nuestras palabras como por nuestras acciones.
[__06__] "Atrapar"
no es algo que hacemos simplemente porque somos un portero o un jugador en el
fútbol, el baloncesto o el
fútbol.
Salimos
cada día a coger.
En la
escuela, tratamos de CAPTAR, para aprender lo que se nos enseña. En este
entorno, también se nos pide que prestemos atención y utilicemos dos manos.
Podemos coger.
Y, estamos
llamados a recuperar si iban a soltar la pelota.
En la
oración y la meditación ante Dios, se nos pide que prestemos atención y
utilicemos las dos manos, quizás para dedicarnos a todo nuestro cuerpo y
nuestra mente en la oración para que podamos CAPTAR y comprender lo que el
Señor nos está diciendo.
Algunos de
nosotros, por ejemplo, usando nuestras 2 manos en oración ... escribiremos y
mantendremos un diario un diario de oración para recordar lo que Dios nos está
diciendo con nuestras 2 manos.
Es posible
que desee anotarlo con estas dos manos.
Es posible que no lo obtengamos - o lo entendamos - la
primera vez.
Estamos aprendiendo a atrapar cada día ya recuperarnos si
hubo una intercepción o una bola caída o algo se desliza a través de nuestra
red o nuestras manos.
[__07__] Necesitamos la
ayuda de otros - nuestros hermanos y hermanas, otros creyentes, amigos - para ayudarnos
en esta recuperación.
A veces, estas relaciones pueden recordarnos cosas que
dejamos caer, lo que hemos hecho o lo que no hemos podido hacer.
Y, en tales ocasiones, tratamos de recordar que Dios es
amor, Dios nos ama y nos invita después de haber pecado. Como leemos en la primera carta de San Juan,
no hay temor en el amor,
¨En el amor perfecta echa
fuera el temor porque el temor supone castigo, y el que teme no es perfecto en
el amor.¨ (1 Juan 4:18)
[__08__] omitir [__09__] omitir
[__10__] Nuestro Salvador nos invita a recordar que
Dios es Amor y que el amor de Dios siempre invita a la comunidad, a una
relación.
Estamos llamados a edificarnos unos a otros en el amor,
en la caridad, en la fe por lo que damos y recibimos de ellos.
Atrapar significa que estamos abiertos al amor de Dios en
estas relaciones y que estamos abiertos a ser perfeccionados, aprendiendo más
cada día.
Los primeros discípulos y tú y yo también estamos siendo
conducidos a un nuevo campo, un nuevo lugar, para hacer - a veces - lo que
nunca hemos hecho antes.
Jesús está con nosotros.
También es lo que recibimos. Él está en nuestras relaciones, nuestra red. Este
es buen partido. [__fin_ ]
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